Ventajas del uso de LEDs

Imagen de bombilla con un pez dentro

 

 

Actualmente la escasez de recursos ha propiciado que el ahorro energético se convierta en una de las principales preocupaciones para las grandes empresas. Sin lugar a dudas, la optimización de los recursos energéticos es ya uno de los pilares fundamentales para un correcto desarrollo corporativo.

En términos ecológicos desarrollo y progreso suelen ser sinónimos de contaminación y agotamiento de recursos naturales.

Los problemas medioambientales, unidos a la necesidad de reducir la dependencia de fuentes convencionales como el petróleo y otros combustibles fósiles, hacen que el ser humano busque fuentes alternativas de energía que le permitan alcanzar el desarrollo sostenible, es decir, el equilibrio entre el bienestar social, el medioambiente y la salud económica. En este sentido, el uso de tecnología LED proporciona una serie de ventajas medioambientales que repercuten de manera positiva  en la dinámica empresarial:


- Los LEDs no contienen mercurio ni gases contaminantes: el mercurio es una de las sustancias naturales más tóxicas que afectan a los seres humanos y que, sin embargo, está presente en los tubos fluorescentes convencionales. Los tubos fluorescentes y las lámparas de bajo consumo están rellenos de vapor de mercurio, que es muy tóxico y afecta, de forma irreversible, al sistema nervioso.

- No emiten rayos UV: un exceso en la exposición a los rayos ultravioleta (UV) es perjudicial para nuestra salud ocular, ya que afecta a la córnea y también daña la retina. El uso de LEDs proporciona beneficios a la salud de los trabajadores.

- Baja emisión de calor al ambiente: lo cual repercute también en el ahorro energético del aire acondicionado al ser éste menos necesario.

- 90% de eficiencia energética: entendiendo eficiencia energética como la relación entre la cantidad de energía consumida y los productos y servicios finales obtenidos. En la actualidad es necesario obtener energía de forma económica y respetuosa con el ambiente. Para ello hay que dejar atrás sistemas de energía obsoletos como los tubos fluorescentes convencionales. Una bombilla LED consume diez veces menos que una bombilla incandescente, la cuarta parte de un tubo fluorescente y la mitad que una bombilla de bajo consumo.

- Luz direccionada: evita la contaminación lumínica, es decir, la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales en intensidades, direcciones o rangos espectrales innecesarios.

- Eficiencia lumínica alta: la relación entre la energía eléctrica que consumen los LED y la energía lumínica que aportan, ofrecen una rentabilidad inmensamente superior a otros tipos de lámparas.

- Encendido instantáneo sin parpadeo: Los LED encienden de inmediato al máximo brillo, sin necesidad de calentarse previamente gastando energía de forma innecesaria.

- Más de 50.000 horas de vida: esta vida equivale, aproximadamente, a 15 años encendiendo la luz 10 horas diarias. Esto repercute económicamente en gastos en lámparas y servicio de mantenimiento.

- Elaborado con materiales reciclables: los LEDs producen un 95% menos de desechos gracias a su gran duración. Además, las lámparas LED son fáciles de reciclar ya que no contienen materiales contaminantes.